Pequeña Miss Sunshine

El verdadero perdedor no es aquél que no gana. El verdadero perdedor es aquél que tiene tanto miedo a no ganar que ni siquiera lo intenta.

Se podría decir que la pequeña Olive Hoover (Abigail Breslin) no ha crecido en una familia ejemplar: su padre fracasa dando cursos para alcanzar el éxito, una madre estresada, un hermano adolescente obsesionado con Nietzsche que ha hecho voto de silencio, un abuelo que esnifa cocaína y suelta toda clase de improperios por la boca y un tío gay que se recupera de  un intento de suicidio tras ser abandonado por su novio.

El sueño de la pequeña de los Hoover es convertirse en reina de la belleza, lo cual contrasta considerablemente con su aspecto regordete y sus gafas. Sin embargo, gracias a un golpe de suerte consigue ser invitada a participar en el prestigioso concurso de belleza “Pequeña Miss Sunshine” de California. En ese momento, toda la familia decide subirse en su vieja furgoneta Volkswagen y dirigirse al Oeste en un viaje repleto de sorpresas y tragedias que, a pesar de su dureza, llegan a adquirir un toque cómico. Finalmente todos los miembros de la familia se llevan consigo una lección que les cambiará su modo de ver la vida, impartida, como no, por la joven Olive.

Pequeña Miss Sunshine nos ofrece una película de las que podríamos denominar “de carretera” en la que las situaciones trágicas se suceden una detrás de otra hasta adquirir el estado de lo absurdo y conseguir arrancarnos una sonrisa que crece a lo largo de la sucesión de fotogramas y que no se nos borrará de la cara ni durante los títulos de crédito.

Este largometraje nos muestra, llevándolo al punto más exagerado, que ninguna familia es perfecta, por mucho que quiera aparentarlo, y que todos tenemos nuestros pequeños o grandes defectos.

No podemos olvidar mencionar el importante papel de la pequeña Olive, eje central de la película y cuyo labor es mantener unida a la familia. En el trancurso del filme cada uno de los personajes va evolucionando, superan sus defectos y adversidades y continúan luchando contra las adversidades solo por ver cumplido el sueño de la inocente niñita. La pequeña de los Hoover nos da la lección de que todos somos capaces de superar nuestros defectos y que no ha de importarnos si aquello que hacemos es lo socialmente establecido.

"La vida es un puto concurso 

de belleza detrás de otro"

 (Pequeña Miss Sunshine)

Una pequeña joya del género ‘indie’ que desde su estreno se ganó el amor del público y que hace que todos los que al hemos visto nos identifiquemos en algún momento con alguno de los miembros de la familia Hoover y no olvidemos nunca al entrañable personaje de Olive que nos da una lección de humanidad, dulzura y autoestima.

Echó la vista atrás y decidió que todos esos años en los que sufrió fueron los mejores de su vida, porque le moldearon. Los años de felicidad… perdidos, no aprendió nada.

Lo mejor: Una historia que mezcla a la perfección la comedia y el drama, con unos personajes carismáticos que nos harán reir y llorar a partes iguales.

Lo peor: Que muchos al tomen como una simple comedia.

Puntuación:

Guión: 10
Interpretaciones: 10
Banda Sonora: 9
NOTA MEDIA: 9,7

Ficha Técnica:

Título original: Little Miss Sunshine
Año: 2006
Duración: 101 min.
Director: Jonathan Dayton, Valerie Faris
Reparto:  Abigail Breslin, Steve Carell, Toni Collette, Greg Kinnear, Alan Arkin, Paul Dano

Guión: Michael Arndt

Música:  Mychael Danna, Devotchka

Trailer de Youtube (Hacer Clik)

Pilar Suzume