2 de julio de 2012

Death Note

Para todos aquellos que no os sintáis atraídos por el mundo del manga y el anime, os diré que no dejéis de leer esta entrada ya que aquello de lo que os voy a hablar se sale bastante de los estereotipos e imágenes preconcebidas que tenemos sobre este universo nipón.


Empezaré contando un poco los datos técnicos sobre esta obra: es una serie de manga compuesta por 12 tomos (más un tomo 13, “How to read”, con material adicional y dos novelas posteriores tituladas “Another note” y “L, change the world”) escrita por Tsugumi Ōba e ilustrada por Takeshi Obata, y cuya adaptación al anime (serie animada) fue dirigida por Tetsurō Araki. El manga comenzó a publicarse en diciembre de 2003 por la editorial Shūeisha, en la revista semanal japonesa Shōnen Jump, un magazine dedicado exclusivamente a la publicación de mangas por capítulos,  hasta su final en mayo de 2006. La versión en español de la obra fue publicada por la editorial “Editores de Tebeo”  (antiguamente Ediciones Glénat).

Centrándonos en la obra en sí, podemos dividirla en dos arcos argumentales: el de 2003-2004 y el de 2010. Ambas partes se centran en la figura de Light Yagami, uno de los estudiantes más brillantes de todo Japón con un fuerte sentido de la justicia. La vida de Light sufre un cambio radical el día que llega a sus manos un cuaderno llamado “Death Note” (Cuaderno de muerte), según las normas impresas en este cualquier persona cuyo nombre quede escrito en sus páginas morirá  de un ataque al corazón siempre que al escribir dicho nombre se tenga en mente la cara de la persona a la que pertenece. Estas normas también indican que se puede llegar a controlar la forma y momento de la muerte de la persona si se especifica al escribir su nombre.

Light no duda en utilizar el cuaderno y borrar del mapa a todos aquellos criminales que, según su propio criterio, merecen la muerte. Al cabo de unos días desde el primer uso de la libreta se presenta ante Yagami un shinigami (dios de la muerte en la cultura japonesa) llamado Ryuk, original propietario de la libreta, que explica al muchacho que la dejó caer al mundo humano porque estaba aburrido. 

Cuando el número de muertes de criminales por paro cardiaco comienza a dispararse la sociedad comienza a darse cuenta de que alguien está purgando el mal del mundo, ese alguien es bautizado como “Kira” (deformación del inglés Killer), las fuerzas del orden mundiales no tardan tampoco en percatarse de este hecho y de su carácter inexplicable, por ello, deciden contactar con L, considerado el mejor detective de todos los tiempos, para que se haga cargo del caso. La peculiaridad de L es que nunca ha dado a conocer su cara ni su nombre real, por ello Light deberá ingeniárselas a lo largo de toda la obra para liquidarle a la vez que el detective pondrá al servicio de la investigación todo su potencial y los medios necesarios para llegar hasta Kira. Se inicia así una batalla entre dos mentes prodigiosas donde las estrategias y argucias de cada uno pondrán a prueba la mente del otro y donde un mínimo fallo puede costar la vida a cualquiera de los dos contendientes. 

El propio L se ve obligado a mostrar su cara ante el cuartel de investigaciones japonés, lo cual supone un gran sacrificio y complica en parte su investigación; pero no será el único con problemas ya que Light, por su lado, deberá lidiar con un imitador: el segundo Kira, encarnado por Misa Amane, poseedora de un segundo Death Note.

La historia se desarrolla basándose en las estrategias y trucos que usan L y Light para estrechar el cerco el uno sobre el otro, ambos quieren ganar, pero solo uno podrá hacerlo. L defiende la justicia basada en las leyes y el orden público, Yagami, por su parte, quiere crear un mundo perfecto donde él sea un dios y cualquier mal sea purgado de raíz. 

Death Note ha sido considerada por muchos la mejor serie manga de todos los tiempos, tanto por la complejidad de su guión como por la gran calidad de su dibujo. La historia y sus personajes han generado un auténtico fenómeno fan de tal forma que podemos encontrar una gran cantidad de productos basados en la famosa serie. 

Además, su fama no se queda solo en la producción de merchandising, basándose en la obra de Ōba y Obata han surgido el ya mencionado anime, tres películas, dos novelas cortas, videojuegos, artbooks… e incluso se prepara su adaptación cinematográfica en el mercado estadounidense de la mano de Shane Black..

En mi opinión, la importancia de esta obra reside en el dilema moral que plantea: ¿Es lícito matar a un criminal?, de este modo, todo aquel que lea el manga o vea el anime se sentirá identificado con Light (Kira) o L dependiendo de su ideología, lo que hará que el receptor se enganche a la obra queriendo saber quién de los dos ganará finalmente. 

La complejidad de las estrategias seguidas por los personajes principales, L y Light, hace que el lector intente buscar los cabos sueltos o otras formas viables de lograr los objetivos de uno u otro.

En definitiva, una obra que gustará tanto a los amantes del universo manga /anime como a los que nunca hayan tenido contacto con este mundo, ya que esta obra se aleja bastante de los estereotipos tradicionales vinculados a este tipo de publicaciones. Una historia recomendable al cien por cien, sobre todo si se disfruta con la literatura de misterio y policiaca y las películas de este mismo género.  

Lo mejor: Una historia de policías algo diferente, que hace pensar y engancha de principio a fin.
Lo peor: Algunas partes requieren una relectura ya que resultan algo confusas.

Puntuación:
Historia: 9,5
Personajes: 9
Estilo narrativo: 9
NOTA MEDIA: 9,2

Pilar Suzume

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