"En un agujero en el suelo vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusano y olor a fango; ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer. Era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad".
Con esta "infantil" introducción comienza J. R. R. Tolkien la piedra angular de su obra vital, que a la postre desembocaría en el inmenso universo de "El Señor de los Anillos". Y lo de infantil no es casualidad, ya que el mítico escritor inglés concibió, en primera instancia, la obra para deleite de sus hijos, para ir añadiendo más y más matices y enriqueciéndola hasta terminar convirtiéndose en uno de los más complejos e intrincados mundos de la literatura universal.
Como bien todos sabéis, la historia nos narra las venturas y desventuras de Bilbo Bolsón, un hobbit que vive acomodado en su agujero hasta la llegada del gran mago Gandalf y una curiosa cuadrilla de enanos que ocasiona que el pobre se vea envuelto, sin comerlo ni beberlo, en una épica aventura que tendrá enormes consecuencias y cambios en su vida. De hecho ni él ni su mundo podrán nunca volver a ser como antes.
Como bien todos sabéis, la historia nos narra las venturas y desventuras de Bilbo Bolsón, un hobbit que vive acomodado en su agujero hasta la llegada del gran mago Gandalf y una curiosa cuadrilla de enanos que ocasiona que el pobre se vea envuelto, sin comerlo ni beberlo, en una épica aventura que tendrá enormes consecuencias y cambios en su vida. De hecho ni él ni su mundo podrán nunca volver a ser como antes.
El libro, todo un best seller a lo largo de los años, ha estrenado su primera película de la mano de Peter Jackson el pasado 13 de diciembre. Y decimos primera, porque con el añadido de apéndices y contenidos inéditos del propio Tolkien, la pequeña novela se ha convertido en una trilogía en su paso al cine. Si esto realmente aporta algo o es solo una medida recaudatoria más, solo lo sabremos en el año 2014, cuando los tres filmes hayan visto la luz.
Esta primera parte, titulada como "Un viaje inesperado", narra ese comienzo de la aventura que antes apuntábamos. Bilbo se une a Gandalf y al grupo de enanos, liderado por Thorin Escudo de Roble, con el objetivo de regresar a Erebor, el reino perdido de los enanos y recuperar el tesoro que les fue arrebatado por Smaug el dragón. Hasta aquí, como podemos ver, el tono es bastante más desenfadado que las críticas situaciones de la trilogía del Anillo, apuntando más a un cuento de fantasía con sus enanos, tesoros y demás arquetipos, como el héroe por accidente. No obstante, Jackson ha tenido a bien el crear un nexo de unión entre esta trilogía y la anterior, introduciendo la subtrama del Concilio Blanco y la expulsión del mal del Bosque Negro, un tema muy importante en el universo de "El Señor de los Anillos", pero sobre el que Tolkien siempre habló de pasada en sus títulos editados.
Entonces, ¿esta mezcolanza de libro y añadidos tiene un buen resultado final? Sí y no. Por un lado, permite ahondar en un conflicto apenas tratado para el lector de una manera efectiva, así como aporta un aliciente para los que solo conocen el libro a través de la gran pantalla. Pero por otro, la inclusión de muchos cambios respecto a la historia original hace que los más versados en la obra literaria se encuentren incómodos y fuera de lugar debido a protagonismos excesivos de algunos personajes, cambios de nombre inexplicables o una ambientación un poco alejada de lo que es "El Hobbit" en sí.
En cuanto a esta ambientación, la película tiene un poco de todo. Lo principal a destacar sería la gran elección a la hora de caracterizar al grupo de enanos (con la salvedad de Fili y Kili), aunque su carácter es un poco chocante y menos risueño que en la novela. Por supuesto, la gran estrella de la película, Bilbo, es el personaje mejor llevado en la saga, con un Martin Freeman al que le va el papel como anillo al dedo (y nunca mejor dicho).Por otro lado, en mi opinión, la mejor parte de la película se desarrolla en el prólogo, con una sublime recreación del reino de Erebor y la desgracia de los enanos. Lástima que todo ello se quede a medias con la mala elección de paisajes en el resto de la película, con un abuso de prados tipo Rohan en "Las Dos Torres" y ciertas incongruencias (enemistad excesiva de elfos y enanos o el absurdo combate de los gigantes de piedra). No obstante, el conjunto cumple con creces.
En cuanto a guión, poco que rebatirle, en general, a Jackson. Muy buen detalle con los fans el incluir fragmentos completos literales del libro y la introducción de la trama de Dol Guldur y como se va hilando con el argumento de la trilogía anterior. Pero por otro lado tenemos grandes errores, como en el personaje de Radagast, totalmente alejado de su alter ego de papel, o el orco albino Azog, que provoca más de un cortocircuito en las mentes de los más seguidores de Tolkien.
Y es que la película se mueve en esos derroteros, en un continuo pasar de momentos sublimes a momentos para el casi-bochorno. Y el momento cúspide que ejemplifica esto es el, para casi todos, la escena clave de toda esta trilogía: el momento de los acertijos en la oscuridad entre Bilbo y Gollum. En este escena tenemos de todo. Por un lado la genial recreación del ambiente de la cueva de Gollum, así como de los diálogos, con los acertijos originales. Como seguidor desde hace años de la saga, salí muy satisfecho, ya que era casi como lo imaginé al leer. Pero claro, ese casi se vuelve un poco más grande cuando está formado por una actuación algo excesiva, en cuanto a lo graciosillo, de Andy Serkis, que hace que todo el drama y la tensión que pudiera tener, quede en un simple juego infantil.
Pero todos estos puntos no ensombrecen el global de la película, ni como filme ni como adaptación, ya que el libro es un poco igual, un libro de cuentos para los mayores. Por todo ello, la película es enormemente recomendable para todo el público. Si eres un seguidor de las sagas de Tolkien, la película te dejara mayoritariamente satisfecho y con ganas de más; el tono a lo "El Señor de los Anillos" hace que sea muy apta para lo que solo se han acercado a través del celuloide. Y por último, es un filme genial para aquel que no sepa nada de este apasionante universo, que tendrán la suerte de acercarse a él con los ojos cerrados y que seguro se quedarán con ganas de más fantasía, cortesía del dragón Smaug y su aparición estelar. El viaje continuará en la Navidades de 2014 con "La Desolación de Smaug", un subtítulo que ya deja entrever que el cuento de niños comienza a hacerse más adulto.
Lo mejor: La magnífica reproducción de algunos lugares de la Tierra Media de Tolkien, como Erebor, que superan con creces la imaginación del lector.
Lo peor: La división en tres partes del libro a la hora de pasar al celuloide y los cambios que Jackson inserta para conseguir ese alargue.
Puntuación:
Guión: 9
Interpretaciones: 9
Banda Sonora: 9,5
NOTA MEDIA: 9,2
Rubén Betta
En cuanto a guión, poco que rebatirle, en general, a Jackson. Muy buen detalle con los fans el incluir fragmentos completos literales del libro y la introducción de la trama de Dol Guldur y como se va hilando con el argumento de la trilogía anterior. Pero por otro lado tenemos grandes errores, como en el personaje de Radagast, totalmente alejado de su alter ego de papel, o el orco albino Azog, que provoca más de un cortocircuito en las mentes de los más seguidores de Tolkien.
Y es que la película se mueve en esos derroteros, en un continuo pasar de momentos sublimes a momentos para el casi-bochorno. Y el momento cúspide que ejemplifica esto es el, para casi todos, la escena clave de toda esta trilogía: el momento de los acertijos en la oscuridad entre Bilbo y Gollum. En este escena tenemos de todo. Por un lado la genial recreación del ambiente de la cueva de Gollum, así como de los diálogos, con los acertijos originales. Como seguidor desde hace años de la saga, salí muy satisfecho, ya que era casi como lo imaginé al leer. Pero claro, ese casi se vuelve un poco más grande cuando está formado por una actuación algo excesiva, en cuanto a lo graciosillo, de Andy Serkis, que hace que todo el drama y la tensión que pudiera tener, quede en un simple juego infantil.
Pero todos estos puntos no ensombrecen el global de la película, ni como filme ni como adaptación, ya que el libro es un poco igual, un libro de cuentos para los mayores. Por todo ello, la película es enormemente recomendable para todo el público. Si eres un seguidor de las sagas de Tolkien, la película te dejara mayoritariamente satisfecho y con ganas de más; el tono a lo "El Señor de los Anillos" hace que sea muy apta para lo que solo se han acercado a través del celuloide. Y por último, es un filme genial para aquel que no sepa nada de este apasionante universo, que tendrán la suerte de acercarse a él con los ojos cerrados y que seguro se quedarán con ganas de más fantasía, cortesía del dragón Smaug y su aparición estelar. El viaje continuará en la Navidades de 2014 con "La Desolación de Smaug", un subtítulo que ya deja entrever que el cuento de niños comienza a hacerse más adulto.
Lo mejor: La magnífica reproducción de algunos lugares de la Tierra Media de Tolkien, como Erebor, que superan con creces la imaginación del lector.
Lo peor: La división en tres partes del libro a la hora de pasar al celuloide y los cambios que Jackson inserta para conseguir ese alargue.
Puntuación:
Guión: 9
Interpretaciones: 9
Banda Sonora: 9,5
NOTA MEDIA: 9,2
Ficha Técnica:
Título original: The Hobbit: An Unexpected Journey
Año: 2012
Duración: 169 min.
Director: Peter Jackson
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, James Nesbitt, Aidan Turner, Graham McTavish, Jed Brophy, Stephen Hunter, Ken Stott, John Callen, Adam Brown, Dean O'Gorman, William Kircher, Peter Hambleton. etc.
Duración: 169 min.
Director: Peter Jackson
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, James Nesbitt, Aidan Turner, Graham McTavish, Jed Brophy, Stephen Hunter, Ken Stott, John Callen, Adam Brown, Dean O'Gorman, William Kircher, Peter Hambleton. etc.
Música:
Howard Shore
Rubén Betta
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