9 de septiembre de 2013

El Juego de Ender

Autor: Orson Scott Card

"El Juego de Ender", con los dos premios más prestigiosos que el mundillo te puede conceder (el Nébula y el Hugo), se ha convertido por méritos propios en uno de los máximos exponentes de la ciencia ficción y en la obra más conocida y difundida de su creador, el afamado Orson Scott Card. La novela, como buena obra de sci-fi que se precie, se nos ambienta en un futuro más o menos lejano (aunque con asincronías temporales, como la existencia del extinto Pacto de Varsovia) en el que la humanidad se enfrenta al inminente ataque de una raza alienígena, los Insectores, que ya intentaron la invasión años atrás pero de la que, milagrosamente, nos libramos por razones que se irán descubriendo a medida que avancemos en la lectura.


Con esta premisa profundizamos en una sociedad que coarta la individualidad, en la que la Flota Internacional (FI), una especie de Alianza Mundial surgida a raíz de la invasión, divide el poder en tres estamentos: el Hegemón, el Polemarca y el Strategos. Una división heredada del período helenístico en una relación establecida por Scott Card en su concepción del mundo al estilo ateniense, con un puñado de tribus (países) que se ven obligados a aliarse en época de guerra bajo un único mando. Este triunvirato obliga, debido a la superpoblación, a la racionalización del consumo de recursos y la limitación del pensamiento individual (solo se permiten tener dos hijos y la religión o la afiliación política están totalmente prohibidas). En este contexto, aparece la figura de los denominados "Terceros", los terceros hijos de una familia, concebidos bajo petición y permiso expreso del gobierno, y repudiados en la sociedad.

El protagonista de la novela, Andrew Wiggin, más conocido por su apodo "Ender", es uno de estos Terceros, seleccionado genéticamente por la FI para ser el futuro comandante de la flota humana en la lucha con los Insectores después de que sus dos hermanos, Peter y Valentine, fueran descartados por la belicosidad del primero y la bondad de la segunda. Después de que la FI monitorizara su infancia, a los 6 años es reclutado para ser formado en la Escuela de Batalla por el Coronel Graff, siendo este hecho el motor de la historia.

Más allá de la interesante recreación que hace Scott Card de su idea de un futuro globalizado y dominado por la ciencia y la tecnología (realmente impresionante su acierto a la hora de vaticinar la importancia que los foros de opinión de Internet iban a tener en la evolución social, así como el uso del "ansible" un término y una invención que bien podríamos equiparar a nuestras redes de comunicación wifi actuales), el principal punto a favor y en contra de la obra es el personaje de Ender. Está escrito de tal manera que se empatiza perfectamente con él desde un primer momento, conoces sus sentimientos y sufres con él, pero al mismo tiempo resulta muy complicado creer en él si haces caso de su edad en el libro.

Con esto no quiero decir que el libro no sea creíble, todo lo contrario, su gran virtud y lo que más conmueve de su lectura, es todo lo que tiene que pasar ese niño de 6 añitos que ve como su infancia le es arrebatada por el "bien común", con cierto paralelismo hacia la imperiosa necesidad actual de que los niños crezcan más rápido de lo que deben. Pero es precisamente la inteligencia y habilidad de un pequeño, al igual que los dotes de mando y manipulación de sus dos hermanos, lo que hace que durante toda la obra tengas en mente unos personajes diferentes a los que Scott Card describe en la novela. Es por tanto una obra de niños que no son niños (más por obligación que por devoción), que pierden su inocencia por gente que ni conocen, y unos adultos que cumplen una tarea que odian, pero que es necesaria. Una fiel recreación de lo que es la vida, donde hay que adaptarse a lo que te toca vivir en una sociedad que no tiene en cuenta quién eres individualmente ni la historia que tienes detrás.

Entrando en aspecto más puramente formal, el libro es una delicia. Una fantástica narración de las batallas de las escuadras de niños y de todos los eventos que acontecen en la Escuela de Batalla y en la Tierra. Es muy difícil leer este libro sin que el autor entre dentro de tu imaginario y veas con claridad las imágenes mentales de lo que el autor te está describiendo, cosa que se agradece a la hora de leer. Además, el estilo del narrador te permite ser totalmente omnisciente, cosa de agradecer a la hora de no perderse en los conceptos y a ver las dos caras que los personajes tienen, algo que lo hace mucho más realista.

Los personajes son los justos, ninguno sobra y todos tienen un desarrollo, sobre todo psicológico, que asombra (sobre todo si después de terminar este continúas leyendo otros libros de la saga). El planteamiento y esquema de lectura es impecable, con los giros argumentales en el momento justo, las largas explicaciones solo cuando son realmente necesarias y un final que te deja totalmente roto. Quizás el único punto negativo en este aspecto sea leerlo fuera del contexto temporal en el que fue escrito, ya que hay muchísimas referencias y paralelismos con esa década de los 80 en la que el Muro de Berlín estaba todavía a punto de caer y la estabilidad política mundial se bamboleaba. Pese a ello el libro ha envejecido bien gracias a todos esos aciertos de Scott Card a la hora de plantear lo que el pensaba que sería el futuro globalizado del mundo y el pensamiento dirigido de la población, una idea que creo encaja con la cartografía mundial y social en la que nos manejamos hoy.

En definitiva, un libro fantástico, un ejercicio de literatura delicioso, que si bien puede parecer dirigido a un público juvenil, solo consigue ofrecer todo lo que tiene dentro si ya se tiene un poso literario y social que solo puede darte la experiencia. Es decir, un libro que se presta a la lectura y relectura para conseguir todo aquello que se escapa la primera vez. En este sentido, recomiendo encarecidamente leer no solo "El Juego de Ender", si no atreverse a explorar el universo de Andrew Wiggin y leer la saga completa (6 libros en total, cuyo orden de lectura tenéis más abajo en la reseña), puesto que aunque esta novela es un elemento individual, el mundo y el contexto que se genera al leer todo el conjunto hace de Ender una de las sagas más completas e impactantes de la ciencia ficción. Decir además que son libros cortos y bien digeribles, que pese a tener todas esas referencias políticas y sociales no entorpecen al lector medio, sino que lo enriquecen y lo convierten en un lector de perfil superior. Dad una oportunidad al pequeño Ender y no os arrepentiréis, porque es una obra que puede proporcionar satisfacción durante muchos años luz y os enseñará que la puerta del enemigo, siempre, está abajo.

Lo mejor: Todo, desde argumento, a personajes, forma narrativa, manejo de los tiempos, implicación, final... Roza la perfección.

Lo peor: Cierta dificultad a la hora de creer en la edad de los personajes principales y el contexto histórico en el que se escribió.

Puntuación:
Historia: 9
Personajes: 10
Estilo narrativo: 9,5
NOTA MEDIA: 9,5

Orden de lectura de la Saga de Ender: Si bien el propio autor insiste en que la saga no tiene un orden concreto y a que existe una diferencia cronológica enorme entre los libros que la conforman, la experiencia es mucho más completa si se sigue un orden cronológico como el que se expone a continuación y que os recomendamos seguir:

  • "El Juego de Ender" (1985)
  • "Guerra de regalos" (2007)
  • "Ender en el exilio" (2008)
  • "La voz de los muertos" (1986)
  • "Ender el Xenocida" (1991)
  • "Hijos de la mente" (1996)

Rubén Betta


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tu opinión sobre este artículo. Gracias.