La Decimosexta Habitación: Capitán Harlock

Con cinco años de producción, 896 terminales utilizados para dar vida a su mundo y personajes, un enorme trabajo de diseño y renderización para sus 1400 planos, podemos decir que "Capitán Harlock" es una de las obras de animación más ambiciosas del cine japonés. Y es que el esperado reboot tridimensional de la obra de Leiji Matsumoto ha contado con todo el esfuerzo de Toei Animation para mantener la esencia del original y conseguir llegar a todo el mundo gracias a un espectáculo visual de una calidad apabullante. Una calidad técnica que se ha quedado a pocos pasos, en cuanto a guión, de ser el gran golpe en la mesa a nivel mundial del cine de animación japonés.

El personaje del Capitán Harlock y su mundo nacen en los años 70 de la mano del manga homónimo y posterior anime creado por Leiji Matsumoto. Pese a que Matsumoto solo escribió en esa época unas cuantas páginas, culminando una historia con final abierto (final que sí cerraría en la serie animada), tanto el personaje como la trama han sufrido diferentes reinicios y modificaciones a partir de entonces, por lo que este relanzamiento en 2013 no es algo que coja de sorpresa a nadie. Toei Animation inició con este proyecto su producción más costosa, con un presupuesto de más de 30 millones de dólares, que viendo el resultado final parecen bien invertidos. El director Shinji Arakami (Starship Troopers: Invasion, Megazone 23) tomó las riendas de la cinta que finalmente ha visto la luz en España en este 2015.

La trama, como ya hemos dicho, varía de la original de Matsumoto tanto en argumento como en personajes, si bien mantiene su esencia y los puntos clave. Nos encontramos en un universo futurista en el que la humanidad vive en una distopía tras haberse lanzado a la colonización de la galaxia. Tras agotar sus recursos y descubrir que no hay otra especie ni planeta igual, miles de millones de estos colonizadores pretenden volver a la Tierra, lo que provoca una cruenta "Guerra del Retorno" entre aquellos que quieren regresar a su planeta natal y los que pretenden impedirlo, ya que el impacto de esa masa de inmigrantes causaría la quiebra del equilibrio planetario terrestre. La resolución es finalmente aportada por la Coalición Gaia, un grupo de dirigentes que declara la Tierra como lugar sagrado e inviolable, prohibiendo su rehabilitación y los retornos a la misma y dando, en principio, fin a la contienda. 100 años después, el renegado y atormentado Capitán Harlock y su tripulación de la nave Arcadia hostigan a la Coalición Gaia y parece tener un plan para conseguir la vuelta al estado natural de las cosas.

Como vemos el argumento reinventa la figura de Harlock, dándole un tono más oscuro y unos tintes de space opera que encajan con el personaje y con su condición de pirata, convirtiéndolo más en un antihéroe que en un héroe romántico y nostálgico como en la obra original. Harlock sigue manteniendo ese aire de idealista nacido en una época y una sociedad que no le corresponde y defendiendo los valores de la libertad, como se ve desde los primeros compases del filme. Más allá de la historia, que analizaremos un poco más adelante, lo que más destaca en "Capitán Harlock" es el apartado visual. Toei Animation ha dado el todo por el todo para recrear a la perfección el mundo de Harlock con ese tono más oscuro, dando lugar a una de las animaciones por ordenador más satisfactorias en los últimos tiempos.

El cine japonés siempre es mucho más relacionado a nivel de público general con la animación tradicional que podemos ver tanto en animes como en películas, siendo la animación por CGI (por ordenador) mucho más asociada al mundo de los videojuegos o a cortometrajes. No obstante, parece que en los últimos años las productoras niponas apuestan por este tipo de animación más contemporánea que iniciara su andadura a un nivel más comercial con Final Fantasy (La fuerza interior, Advent Children) hasta llegar a la más actual Stand by me, Doraemon. Si bien todas estas producciones tienen un alto nivel, "Capitán Harlock" da un paso más y eleva la animación a la categoría de arte. Pocas veces se ha visto en la pantalla grande un tan elevado nivel en cuanto a diseño, animaciones, texturas, iluminación, planos... Toei se ha esforzado por tomar como base las líneas del trabajo de Matsumoto en los 70 adaptándolas a nuestro tiempo y tecnología, dando lugar a unos personajes reconocibles y a la vez creíbles y humanos. Desde los primeros planos podemos observar la calidad de estos diseños, que recuerdan y mucho al mundo del JRPG y más concretamente a Final Fantasy. Si bien es cierto que algunas animaciones y efectos hacen resaltar la artificialidad (sobre todo en personajes femeninos o secundarios, así como en algunas animaciones de naves), muchas veces el espectador se encuentra con dificultad a la hora de asegurar si lo que ve es real o CGI, sobre todo a nivel de paisajes, o en cuanto a la representación de musculaturas, sincronización labial, expresiones faciales o incluso en la recreación de tejidos tanto a nivel textil como a nivel orgánico (los poros en la piel, las arrugas de expresión...). Otro punto a destacar es el enorme nivel coreográfico de la animación de las escenas de acción, con movimientos y acciones realistas, que si bien mantienen ciertas "excentricidades" típicas del género, son vibrantes, coherentes con la trama y muy bien resueltas.

Si los personajes y animaciones son sublimes, otro tanto podemos decir del diseño de las naves y las batallas galácticas. Aquí hay que hacer mención especial al Arcadia, el buque insignia de Harlock y sus piratas, que en la película se convierte en un personaje más, con un diseño tan perfecto y reconocible y unos planos y apariciones tan bien recreadas que consigue perdurar como auténtico icono del filme. Es una nave que encaja a la perfección con el trasfondo que se le ha dado en está ocasión a Harlock y que tiene por sí misma una presencia poderosa y atemorizante, con el uso del humo y los tonos oscuros para generar en el público la sensación que Harlock pretende para con sus enemigos en cada aparición. Más allá de su diseño exterior (que podéis ver en las fotos de la reseña), también hay que destacar la fuerza de sus dependencias interiores, bien diferenciadas y la manera en la que se han recreado sus movimientos y apariciones en el espacio, con ese uso de efectos de humo y una genial utilización de los diferentes planos. El resto de naves de la cinta llegan también a altas cotas de calidad y utilizan muy bien el contraste en el diseño con el Arcadia: si la nave pirata es una mole oscura, sucia y metálica de trazo irregular y movimientos erráticos, los cruceros espaciales y cazas de combate de Gaia son luminosos, pulcros, rectilíneos y tremendamente disciplinados a la hora de desplazarse. Además, las batallas están muy bien rodadas y el armamento tiene una presencia poderosa y con un corte tanto de ciencia ficción tradicional como de un futurismo más contemporáneo (hay reminiscencias tanto al manga original, como a Star Wars, Ender...)

Como ya decimos, el nivel técnico de "Capitán Harlock" es su principal virtud, también en el apartado de efectos visuales con explosiones, saltos espaciales, disparos y viajes a velocidad hiperespacial de las distintas naves. También las físicas, tanto de personajes como de objetos, tienen un peso destacado, jugando además con el uso de la gravedad en ocasiones. Todo ello unido al excelente diseño de escenarios y arquitecturas, que como ya hemos dicho, rozan la perfección y son díficiles de diferenciar de un escenario real cuando no hay personajes interactuando en ellos. También se ha logrado un alto nivel en la realización de planos, que ayudan mucho al dinamismo y al enfásis sobre diversos puntos de la trama o de la acción, sin recurrir, salvo en contadas ocasiones, a planos excesivamente espectaculares en cuanto a escasa creatividad.

Pero si bien todo lo referente a la animación y a la técnica carece de pero alguno, el principal escollo de "Capitán Harlock" es el guión. La historia ya hemos visto que tiene un buen trasfondo, unos personajes bien definidos y una buena estructuración narrativa a la hora de presentarnos, desarrollarnos y resolvernos el conflicto (incluso con el uso de alguna elipsis temporal o algún flashback, bien introducidos y de duración excelente). No obstante, el problema que subyace en la película no es lo que se cuenta ni como se cuenta, sino lo que se cuenta de una manera superficial o implícita. No hay agujeros de guión enormes ni incoherencias, de hecho tras su visionado puedo decir que se sabe en todo momento por qué pasa cada cosa, que motivación tiene cada personaje y demás detalles. Pero es cierto que el guión trata algunos temas por encima, da por hecho que el espectador sobreentiende lo que ha ocurrido sin necesidad de explicación. Si bien esta manera de narrar, sin dar mascado todo y dejando al espectador espacio para la interpretación, me encanta, en este caso reconozco que puede dar lugar a decepciones en el sentido de que hay muchas cosas que no se especifican y que deberían tener minutos de metraje como el origen de la nave de Harlock tal y como es en el filme, ciertas relaciones entre personajes y eventos de su pasado, o incluso algo más de detalle en la explicación del porqué y cómo se da el final. Esto se ve agravado cuando para las escenas de acción no parece apreciarse ningún límite en el tiempo que se le conceden. En esencia las escenas de acción están tan bien representadas que no son para nada extensas o accesorias. Pero el hecho de obviar cierta narración hace que quede la sensación de que se le da mucho más peso a la acción que a la historia en sí. Esto se convierte en una rémora para la película debido a que hay muy buenos mimbres en la historia de base y en el desarrollo, que podría haber dado lugar a unos giros mucho más profundos y de mayor peso en la trama y un mayor desarrollo de los personajes, que si bien están genialmente representados pecan en ocasiones de planos, al no haber desarrollo de los mismos (salvo casos puntuales). Ya he comentado anteriormente que la película guarda bastante parecido a nivel de diseño con Final Fantasy, así que no es de sorprender que haya también una relación con Advent Children o La Fuerza Interior, películas también de una gran factura técnica pero que caían en el apartado de guión y personajes.

Pese a esos defectos en el guión, que personalmente note pero no me parecieron en ningún momentograves (ya digo que el argumento está completo en la película salvo dos detalles, si bien está narrado de manera implícita), el apabullante ritmo y despliegue técnico de "Capitán Harlock" hace que los 115 minutos que dura se conviertan en un suspiro, ya que las escenas de acción y la narrativa que las acompañan avanzan de manera trepidante hasta su final. Como ya hemos dicho, estas escenas están rodadas de manera impecable, con un gran nivel de detalle, claridad y dinamismo, acompañadas de una banda sonora que sabe captar el tono de epopeya y oscuridad que desprende toda la película y que consigue envolver los acontecimientos de la epicidad necesaria para acabar sumergidos por completo en el mundo pirata de Harlock.

En definitiva, una de las mejores propuestas de la animación japonesa de los últimos años, "Capitán Harlock" aborda al espectador con un espectáculo de luces y sonido que solo se ve ensombrecido por una mala decisión a la hora de establecer prioridades entre la narrativa y la acción. Con un diseño espectacular y memorable y una de las mejores representaciones por ordenador de un mundo que hayamos podido ver, es una película altamente recomendable tanto si eres un habitual de las películas animadas como si tan solo quieres disfrutar de una fantástica epopeya espacial repleta de acción y aventuras.

Lo mejor: Todo lo relacionado con la animación y el diseño de los personajes. El Capitán Harlock y su Arcadia.

Lo peor: La primacía de las escenas de acción sobre la trama. Los personajes y la historia quedan algo planos.

Puntuación:

Guión: 6

Interpretaciones/animación: 9,5

Banda sonora: 8

NOTA MEDIA: 7,8

Ficha Técnica

Título original: Uchû Kaizoku Kyaputen Hârokku (Space Pirate Captain Harlock)

Año: 2013

Duración: 115 min.

Director: Shinji Arakami