¿Qué ocurre si juntamos en una misma película a Disney, una trama que entrelaza diversas historias de los cuentos de los hermanos Grimm y cuya obra original es un musical del genial Stephen Sondheim, un plantel de actores de renombre y la dirección de Rob Marshall ("Nine", "Chicago")? En teoría la respuesta debería ser "un musical francamente genial". O al menos algo entretenido, una historia fascinante, con personajes muy representativos, canciones bien adaptadas y una ambientación genial. Pues nada más lejos de la realidad, amigos, esta, a priori genial mezcla de talentos, es la que, en mi opinión ha dado lugar a una película ciertamente olvidable.
Esta va a ser la primera vez desde que el blog está en funcionamiento que escribo una crítica de una película que no me ha gustado. Bueno, más que no gustarme, que no ha llegado a ser lo que esperaba que fuese. En realidad ni siquiera es eso tampoco, porque no me había hecho ninguna idea previa de que podría depararme el filme. Ni siquiera había visto el trailer. Así que más bien, creo que está podría ser la primera reseña 100% objetiva (o casi) que leáis de mi parte en el blog, o al menos de algo que no volvería a ver/leer/consumir varias veces o en un corto período de tiempo. Y es que pese a la buena premisa inicial que podéis leer en el primer párrafo, "Into the Woods" se queda en un "coitus interruptus" en la mayoría de las cosas en las que debería destacar. Vayamos por partes.
En primer lugar, y como de costumbre, el argumento. La historia está basada en la obra teatral homónima, el musical "Into the Woods" concebido por Stephen Sondheim (West Side Story, Sweeney Todd) y que también ha colaborado en el guión y la música de la producción cinematográfica. La trama se centra en las aventuras y desventuras que les suceden en el Bosque a varios personajes de los cuentos de los hermanos Grimm (Caperucita, Rapunzel, Cenicienta, los Príncipes, Jack y las habichuelas, la Bruja...) y a los protagonistas de la obra, un panadero y su mujer que no pueden tener hijos y para romper la maldición que provoca esa esterilidad deben realizar un ritual que necesita de ciertos objetos que solo podrán encontrar dentro del Bosque. A partir de ahí se genera un entrecruce de tramas en las que todos los personajes se conocen entre sí y terminan participando de un viaje conjunto en el que cada uno de ellos velará por sus propios intereses. Todo ello evidentemente entremezclado con la música y las canciones propias de una obra en la que participan tanto Sondheim como Rob Marshall, y con una ambientación forestal que es sin duda alguna lo más reseñable.
Hay que decir que el argumento en un primer momento parece satisfactorio y bien resuelto, con una música muy adecuada y característica y una ambientación notable. Pero según el metraje va avanzando, vas notando como hay algo que parece fallar. Como si faltaran partes, o la trama se resolviese demasiado rápido. Y en medio de esa sensación, de repente caes en la cuenta: Disney. Y es que una vez más, y como ya ha ocurrido en otras ocasiones como en la "Alicia en el país de las Maravillas" de Tim Burton, la creadora de tantos y tantos mitos infantiles no ha resistido la posibilidad de "meter mano" al guión a través de recortes (tanto en la historia como en lo presupuestario) que han dado lugar a una obra con un inicio muy bueno que termina siendo un "quiero y no puedo" que ni los grandes profesionales que hay delante y detrás de las cámaras han podido arreglar.
Es admirable que Marshall haya sido capaz de conseguir una película tan lograda en el plano visual con tan escaso presupuesto (para tratarse de una gran producción y un estreno mundial, obviamente) y el interés que se ha puesto en adaptar un musical como suelen ser los de Sondheim es remarcable. Pero cuando trabajas con una compañía como Disney sabes que siempre vas a terminar teniendo que ceder en cuanto a estilo, y eso es algo que "mata" a la película por completo. La obra teatral tiene un tono mucho más oscuro y con un humor más adulto, como suele ocurrir en las obras de Sondheim por lo que el hecho de realizar esta película con un enfoque más infantil, o políticamente correcto es un error. Durante todo el metraje es notable, tanto en trama como en las letras de las canciones hay una oscuridad que necesita salir a la luz (mención especial a partes como la de Caperucita en ese sentido) pero que no lo consigue por la obligación de adaptarse a una absurda limitación "moral". Todo ello se convierte en el mayor lastre para la película, ya que queda la sensación de que nada funciona como debería, que está incompleta y falta algo (algo no alejado de la realidad, ya que varios personajes del musical han sido excluidos).
Efectivamente, el principal problema del que adolece "Into the Woods" es que le falta toda la oscuridad, el humor (maduro), el sexo, la sangre y las implicaciones malsanas de la obra original, aunque estas últimas son en ocasiones apreciables si tienes la mente algo "retorcida" (de nuevo la canción del Lobo Feroz o el momento raro de los Príncipes en "Agony"). Hay que advertir por ello que, pese a llevar el sello de Disney y a esos recortes de los que hemos hablado, no es para nada un filme recomendado o adecuado para los niños. Es una práctica muy común que los padres (malos padres diría) se piensen que una película de dibujos o de Disney ya es apta para menores cuando no es así. Y luego llegan las quejas.
Y tras este breve speech y continuando con el tema del argumento, hay que decir que después del brillante prólogo con el main theme (de lo mejor de la obra), la película comienza a hacerse muy cuesta arriba al convertirse en una sucesión de escenas practicamente aleatorias e inconexas que dejan la idea de que se han cortado y pegado trozos de los cuentos para que sean reconocibles y que encajasen con la trama global. Todo ello con una resolución de conflictos que recuerda al legendario lema de la marca L'Oreal ("porque yo lo valgo") y un clímax que no es tal, ya que llegaremos un punto en el que estaremos pensando que la película acabó para ser abofeteados con un giro de guión prescindible que da lugar a la última y tediosa hora final, en la que nos encontramos con un conflicto que no interesa demasiado ya que no encaja con el resto de la película y porque los personajes no consiguen generar ninguna empatía.
La música, pese a ser buena y estar bien adaptada, tampoco ayuda mucho a mejorar el producto. Stephen Sondheim y James Lapine han sido los encargados de la adaptación y, si bien al principio consiguen que la impresión sea similar al buen trabajo que se realizó en obras como "Sweeney Todd" de Burton, pasados 45 minutos esa impresión desaparece. Desaparece totalmente para ser sustituida por una sensación continua de déjà vu, ya que las melodías son enormemente parecidas a las que acompañaban los afeitados del barbero diabólico de la calle Fleet pero sin un ápice de la genial narrativa de las que estas hacen gala. Para explicarlo mejor, en la película de Burton las canciones son un vehículo más de la trama, son memorables, ayudan a que la historia fluya y a que descubras y sientas a los personajes y los avatares de su destino. En cambio, en "Into the Woods" las canciones son un palo en la rueda de una trama ya de por sí bastante mermada y no sirven para aportar nada más allá de un par de detalles, que además acaban volviéndose muy repetitivos. Creedme, al espectador no le gusta un musical en el que te recuerden 20 veces la misma cosa, con la misma canción y cortando la acción. Un fallo muy gordo que hace que la película sea muy farragosa y que provoque deseos de que termine en algunas personas (grupo en el cuál me incluyo sin dudar).
Por último, los actores cumplen con bastante soltura, con una buena voz y una genial caracterización, pero también se ven presos de la trama. Los personajes entran y salen de la historia sin motivos lógicos, de manera abrupta además y en ocasiones se nota excesivamente que su presencia es meramente testimonial o residual. Mención en este aspecto a Johnny Depp (Lobo) y Meryl Streep (Bruja), con el primero interpretando la enésima caricatura de sí mismo (¿os habéis fijado que en los últimos 5/10 años solo interpreta personajes con sombrero?) y con poco más de 5 minutos en escena, que aun así le han valido para aparecer en primera plana del cartel promocional; y la segunda en una nueva demostración de sus dotes de diva. El resto de actores tienen una buena presencia tanto en lo actoral como en lo musical, con una gran pareja protagonista formada por James Corden (Panadero) y Emily Blunt (mujer del Panadero), un Chris Pine (Príncipe de Cenicienta) recargado, casi sobreactuado, pero muy cumplidor y la, para mí, mejor aportación a la película: Lilla Crawford (Caperucita).
En definitiva, una película mediocre, entretenida si eres un acérrimo fan de los musicales, con una primera media hora de gran nivel y un tedioso e inconexo resto de filme. Es inevitable pensar qué hubiese ocurrido de no haber estado Disney de por medio, ya que la gran virtud de la obra de Sondheim es la mala baba, la oscuridad y la introducción de elementos adultos y turbios en los cuentos de siempre. Al eliminar esos matices que da el autor original nos queda un engrudo formado por cachos de estos cuentos, que también están narrados de manera incompleta para encajar en la precipitada trama principal. Todo ello envuelto en una música demasiado repetitiva, con canciones largas y que aportan poco o nada a la narrativa. Una lástima que lo único verdaderamente excepcional de la película, que es la ambientación, caracterización y vestuario, quede ahogado por la losa que supone todo lo anterior.
Lo mejor: La ambientación, la caracterización y el vestuario de los personajes. La primera media hora con su fantástico prólogo musical.
Lo peor: La falta de los detalles oscuros y maduros de la obra original. Canciones lentas, repetitivas y que aportan poco a la narración. Personajes que no invitan a la empatía. Tramas inconexas, recortadas y terminadas de forma abrupta. La alargada mano de Disney en busca de la "moralidad".
Puntuación:
Guión: 5
Interpretaciones: 5
Banda Sonora: 6
NOTA MEDIA: 5,3
Ficha Técnica
Título original: Into the Woods
Año: 2014
Duración: 124 min.
Director: Rob Marshall
Reparto: Meryl Streep, Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick, Chris Pine, Johnny Depp, Lucy Punch, Christine Baranski, Tammy Blanchard, Daniel Huttlestone, Tracey Ullman, Mackenzie Mauzy, Billy Magnussen, Lilla Crawford
Música: Stephen Sondheim, James Lapine
R.Betta
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