7 de junio de 2015

Green Blood (Tomo 1)

¡Muy buenas a todos! Después de un tiempo sin publicar ninguna entrada en el blog, este fin de semana vuelve el ritmo habitual de reseñas. El motivo principal para esta ausencia ha sido la espera para recibir nuevo material de lectura que seguro que os va a gustar leer por aquí. Hoy comenzamos con la estrella principal de este mes de junio en el mercado del manga español. Milky Way Ediciones vuelve a apostar por la calidad gráfica y la particular manera de contar historias de Masasumi Kakizaki con la licencia de su última gran obra "Green Blood" una suerte de "western" en el que el drama y el preciosismo artístico del mangaka se dan la mano en una combinación perfecta. Una historia original, con unos personajes carismáticos y una puesta en escena que, sin duda, no puede dejar a nadie indiferente.


"Green Blood" es la confirmación de la apuesta de Milky Way por autores que sobresalen por encima del resto en el panorama del cómic japonés. En el caso de Kakizaki esto supone toda una alegría para los lectores, pues sin duda alguna es uno de los mejores artistas del momento, tanto a la hora de crear y confeccionar personajes, viñetas y escenas, como en cuanto a la elección de historias y tramas que se alejan por bastante de lo que estamos habituados a ver en el país nipón, abrazando obras de un corte mucho más occidental. Masasumi Kakizaki se encarga tanto del guión como del arte de "Green Blood". Nacido el 18 de mayo de 1978, Kakizaki es uno de los grandes autores jóvenes independientes. Fue precisamente con "Hideout", también publicado por Milky Way, su one shot de debut como diseñador y guionista a un mismo tiempo, con el manga con el que comenzó a llamar la atención del gran público sobre todo por lo espectacular de su dibujo. Esta historia vió la luz en el año 2010 en las páginas de la revista mensual Big Comics Spirits, de la editorial Shōgakukan y recopilada en un único tomo ese mismo año en Japón. Anteriormente a la publicación de "Hideout", Kakizaki ya había obtenido fama gracias a sus diseños para el manga "Rainbow", una historia de George Abe que se publicó entre los años 2003 y 2010. Posteriormente, la otra gran obra de Kakizaki ha sido este "Green Blood" del que hablamos ahora, publicado en la revista Young Magazine de Kodansha entre 2011 y 2013.

Kakizaki se caracteriza principalmente por utilizar un tipo de dibujo realista e hiperdetallado, otorgándole a su obra un carácter muy expresivo. Juega mucho con los claroscuros y las sombras y con un estilo muy cinematográfico a la hora de diseñar sus escenas. En la narrativa también podemos ver esta influencia del cine a la hora de planificar la trama, así como una influencia claramente occidental en sus argumentos (algo que también se refleja, en parte, en su técnica artística). El spaguetti western y la obra de Sergio Leone o Stephen King han sido reconocidas influencias del autor a la hora de desarrollar su estilo.

Si hablamos de Green Blood, hay que empezar diciendo que nos encontramos ante una trama un tanto atípica para ser una obra japonesa. La obra nos sitúa en Nueva York, en 1865, más concretamente en el distrito de la ciudad conocido como "Five Points", la afamada "peor barriada del mundo" en esos momentos del siglo XIX. Un barrio en el que día tras día se concentran estibadores, descargadores de muelle, prostitutas, mendigo e inmigrantes, y que también se ha convertido en el lugar principal elegido por las bandas criminales para establecer su centro de operaciones y para dirimir sus disputas territoriales. En este ambiente mal sano ha crecido y sobrevive Luke Burns, un joven que trabaja en los muelles para conseguir unas cuantas monedas con las que él y su hermano mayor Brad puedan salir adelante. Pese a las malas influencias de la zona Luke es un chico honesto, trabajador y que se desvive por ayudar a los demás. Por otro lado su hermano Brad es un parado que pasa los días buscando un empleo que nunca llega... o eso es lo que hace creer a todo el mundo. Porque en la oscuridad de la noche Brad es en realidad "Grim Reaper", un famoso asesino a sueldo que trabaja para la banda de los "Grave Diggers", un conjunto de matones cuyo pasado glorioso en el mundo criminal está llegando al ocaso. Encargo tras encargo y dólar tras dólar, el único objetivo de Brad es la venganza, encontrar a un hombre que merece morir a sus manos.

Como podéis leer, ya desde la trama se respiran las influencias occidentales de las que Kakizaki bebe para crear su obra. En el caso de Green Blood, simplemente con centrarnos en la zona en la que se ambienta la historia o las líneas maestras del guión, podemos retrotraernos mentalmente a una de las grandes películas de Martin Scorsese, "Gangs of New York", en la que Leonardo DiCaprio coqueteaba con las mafias de Five Points de la mano de Daniel Day Lewis, en un filme que refleja el ambiente corrupto y deprimido que Kakizaki dibuja en su manga. Por otro lado, la influencia evidente de Green Blood cuando observas su dibujo y su trama es el western, con reminiscencias a otros grandes cineastas del género como Sergio Leone o Sergio Corbucci. Es curiosa la elección de esta ambientación tan del Oeste americano para una obra ambientada en la parte este del país, algo que puede llegar a chocar sobre todo en la elección de vestuario o diseño de algunos personajes. No obstante la precisión de Kakizaki ha hecho que para la elaboración del manga haya visitado Nueva York e incluso que haya utilizado viejas fotografías del siglo XIX de la zona para aportar realismo, no solo visual, sino también histórico a la obra.

Como digo, la inspiración de Kakizaki es muy cinematográfica y occidental, y eso se nota a la hora de analizar el ritmo narrativo de la obra. Green Blood esta plagado de los grandes clichés del género, pero hilados de una manera y utilizados tan bien a la hora de diseñar la estructura y aportar suspense a la narración, que resultan originales. La obra se centra principalmente en la acción, pero muy bien llevada, en su justa dosis y no meramente acción física. En todo momento el autor es capaz de dar a la obra el dramatismo y la seriedad que merece, creando unos personajes muy humanos y realistas. En este sentido, el dúo de hermanos protagonistas merece un especial aplauso. Con caracteres totalmente opuestos entre ellos, la química que mantienen es total, y complementándose a la perfección para crear un solo personaje cuando están juntos. Derrochan carisma y soportan a la perfección el peso de la trama, con Luke sacando adelante los momentos más dramáticos y también los ligeros, y Brad llevando todo el peso de la acción. Además de los dos hermanos, encontramos también otra serie de personajes secundarios que ayudan a redondear la historia, entre los que destaca Emma, una prostituta que está relacionada con Brad, y que pese a parecer un personaje plano en un primer momento, logra cautivar al lector y crear algunos de los momentos de mayor tensión dramática.

Aparte del genial reparto de personajes, otro de los grandes aciertos de Kakizaki es la ambientación, con una genial recreación del Nueva York de mediados de siglo XIX. Y con esto no me refiero solo a que artísticamente el trabajo del autor sea perfecto, sino también al contexto y las situaciones que se producen. En este sentido Kakizaki ha hecho una gran labor a la hora de reproducir el contexto social que vivían los inmigrantes y las personas desfavorecidas que pasaban penurias en una zona como Five Points. El autor consigue reflejar el drama humano y también el ansia y las bajezas a las que llega el ser humano cuando está en una posición de poder sobre otro. Hay escenas duras en este primer tomo, no solo a nivel visual, sino también a nivel de guión, con algún momento dramático interesante. Todo ello envuelto en el aura cinematográfico que Kakizaki utiliza para dirigir al lector por las oscuras callejuelas del mundo de los gángsters.

Pese a que la historia es original y que deja con muchas ganas de más tras ver el final del primer volumen, sería absurdo negar que el verdadero punto fuerte de Green Blood es el dibujo. Como ya hemos dicho, Kakizaki utiliza un estilo muy particular a la hora de dibujar, con un realismo hiperdetallado que se acentúa y deja muy patente que el autor no solo es un genio, sino que se preocupa por mejorar día a día. En Green Blood el preciosismo y la obsesión por el detalle aumentan hasta cotas exageradas, haciendo difícil pasar rápido las páginas, ya que te quedarás admirando la obra de arte que tienes entre las manos. En este caso, no es solo un dibujo que sea "bonito" y ya. El dibujo tiene muchísimo que decir en la obra. Por un lado tenemos que el desarrollo psicológico de los personajes está muchas veces marcado por el dibujo, sobre todo en las miradas y expresiones que ha creado Kakizaki. La sangre fría y la ausencia de sentimientos y esperanza en la mirada de Brad, la locura y la ira en la de Kip, la determinación e inquebrantable esperanza en la de Luke... Todos los personajes son capaces de hacer saber al lector cómo son solo con una ojeada a su rostro. Por otro lado, el dibujo es el soporte principal en el que Kakizaki se apoya a la hora de narrar y de afirmar su estilo. Las escenas están construidas a la perfección, con planos muy cinematográficos en los que destacan el genial uso de las proporciones, planos y perspectivas, los fondos y la iluminación. Añadir además la mejoría del autor a la hora de representar fluidos, efectos climatológicos, elementos como el fuego, la física de la ropa, materiales... Kakizaki se acerca a la perfección, si es que no la logra, en Green Blood.

Por otro lado, y siguiendo con el dibujo, hay una cosa que me gusta mucho de este estilo y es lo bien que le sienta el mestizaje. Con esto me refiero a que, por un lado, es indudable la influencia occidental que tiene el autor a la hora de crear las escenas, realizar la composición de viñetas... Esto se acentúa aun más con el uso del claroscuro y el sombreado que utiliza, francamente soberbio y muy artesanal. Además en el caso de Green Blood, Kakizaki le ha introducido algunos efectos para dar más impacto y hacerlo parecer más cercano al estilo del western (se nota muchísimo en las páginas a color). Pero por el otro lado, el diseño de los personajes, sus rostros y estilo es eminentemente japonés. Esto suponía algún que otro problema en Hideout, por ejemplo, donde se notaban los dos estilos pero no terminaban de maridar. En el caso de Green Blood esto no ocurre, siendo una combinación perfecta. Además también encontramos alguna que otra novedad en el dibujo, como algunas escenas boceteadas a la hora de dar efectos o el uso de tramas para acentuar los grises de las escenas. Mención especial a la espectacularidad de las páginas a color y al uso del sombreado que utiliza Kakizaki en las páginas normales que en algún caso da la sensación de estar a color. Un trabajo artístico genial.

En cuanto a la edición, Milky Way nos ha traído una de las más geniales de su colección, y mira que suelen ser espectaculares. En formato rústica con sobrecubierta (13x18) el tomo consta de 200 páginas (4 en color y el resto en blanco y negro) a un precio algo más elevado del habitual, 8,50€. Pero la edición lo merece. La sobrecubierta es preciosa, y la portada interior consta de una de las escenas del tomo, algo que no esperaba y que queda espectacular. Además la maquetación como siempre es sublime, sin ningún error o fallo. La traducción de Marc Bernabé es genial, como siempre, con una gran localización, pero con algún pero a la hora de elegir algunas expresiones localizada. Hay momentos de tensión en los que se espera un lenguaje más duro y esto hace que se corte un poco "el rollo" en plena acción, al menos verbalmente hablando. Pero no es para nada un punto negativo, la obra es genial y la edición también. Con el pedido online los regalos son tremendos en este caso, con dos marcapáginas y un póster del "Grim Reaper".

En conclusión, Masasumi Kakizaki alcanza el culmen de su carrera artística en este Green Blood, una obra perfecta, al menos en este primer tomo, en todos los sentidos. Una gran trama, personajes memorables, un dibujo que enamora y atrapa, un estilo con personalidad y único, reminiscencias a grandes obras de cine clásico... Green Blood es un manga que lo tiene todo para ser considerado, no solo una obra de obligatoria lectura, sino que es obligatorio hacerle un hueco en la estantería. Es tan especial en todos sus elementos que casi podría considerarse una rareza, un manga de culto que nadie se debería perder. Veremos como avanza una trama que, en este primer volúmen de los 5 que consta en total, deja puestos unos cimientos muy sólidos y muchas puertas abiertas para avanzar.

R.Betta

1 comentario:

  1. ^^ no sé qué decir más de este tomo que no haya dicho ya :) sólo decirte que me ha gustado mucho cómo has expresado el párrafo del dibujo cuando el autor quiere expresar las intenciones/sentimientos de los personajes (lo has clavado :)
    Es una obra que volveré a leer para sumergirme en este mundo que poco sé pero que me ha enganchado particularmente esta historia y sus personajes (además del dibujo claro).
    Espero que los próximos tomos no defrauden, con sólo 5 volúmenes y el planteamiento que ofrece, pienso que puede cerrarse muy bien y ser una obra redonda, o bien que me quede con ganas de saber más de las bandas, personajes, etc XD y así quedarse corta (espero que no sea así) pero bueno nos toca esperar dos meses :(
    PD: la cubierta mola mucho que sea distinta a la sobrecubierta, se agradece ^^

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