Tras dos meses de espera, la semana pasada llegó a nuestras estanterías el tercer tomo de Tokyo Ghoul, una de las series más populares de los últimos tiempos. La expectación en este caso era grande, tanto por el tiempo pasado entre un tomo y otro, como por el hecho de que este número incluía un dvd con el primer capítulo del anime con el doblaje al castellano que nos ha traído Selecta Vision. Al margen de esto, se ha llegado un punto de la historia en el que por fin la acción explota por completo y comenzamos a revelar algunos de los pequeños misterios que nos ha ido dejando el manga, así como algunas evoluciones de personajes que se esperaban y que parecen el anticipo de un cambio mayor. Un tomo repleto de acción y con algunos momentos realmente tensos que dejan con ganas de más.
Mientras que en el anterior volumen veíamos como se seguían presentando personajes y situaciones, ahora podemos decir que la historia ha arrancado completamente y toma velocidad de crucero, asentando personajes y asignándoles los roles que van a desempeñar, al menos, durante esta primera parte de la trama. De momento el conflicto principal entre los ghouls y las "palomas" (los investigadores miembros del CCG) está siendo el que pone el picante y la acción a una trama en la que subyace una idea mucho más profunda: el derecho de los ghouls a vivir y la posibilidad o imposibilidad de la convivencia con humanos, dada su dieta. Un conflicto psicológico y ético, que me vuelve a recordar a uno de los temas principales de Death Note, serie con la que encuentro muchos paralelismos. En el caso de Death Note teníamos a Light Yagami matando delincuentes con su cuaderno, dejando al lector la responsabilidad de decidir si eso le hacia representar al bien (al librar al mundo de los delitos) o al mal (él mismo está siendo un asesino y el "poder" le está haciendo imponer su visión al resto). En el caso de Tokyo Ghoul el dilema aun no está tratado de una manera muy profunda (de hecho quizá nunca pase del tratamiento que se le da ahora y solo se centre en la acción), pero de nuevo corresponde al lector decidir si los ghouls son los protagonistas o los antagonistas de esta historia, independientemente de como los ha presentado el autor.
Esta dualidad y esta visión que se da de ambos bandos se hace complicada, teniendo en cuenta que Ishida ha sido capaz de plasmar bien como se compone una sociedad, con miembros que solo buscan pasar el día a día y cubrir sus necesidades, y otros descontrolados que solo buscan el beneficio y placer personal. En este sentido los ghouls no dejan de ser humanos, egoístas por naturaleza pero con más o menos capacidad de autocontrol. Esto es también extrapolable a los miembros de CCG, donde vemos investigadores con el carácter de Mado, duros, insaciables y que ven la caza de los ghouls como una labor divertida y satisfactoria; y otros con el carácter de Amon, gente recta, seria y con vocación de ayudar a la sociedad humana contra los que ve como enemigos naturales. No obstante Amon ya ha recibido en este tomo alguna que otra lección de realidad, que habrá que ver cómo encaja y hacia donde dirige los esfuerzos de su lucha. En general el contenido moral de la serie está muy bien tratado, afecta a los personajes y estos evolucionan en torno a los distintos conceptos a los que son sometidos, ya sean ghouls o humanos.
Dejando a un lado el tema moral y más psicológico de la serie, este tercer tomo ha dejado a un lado el genial equilibrio entre diálogo y acción de los anteriores para meternos de lleno en un número plagado de peleas y frenesí de sangre y cierta cantidad de gore. Después de ver el despertar en batalla de Rabbit, es decir Touka, y como las palomas cazaban a Hinami y su madre, en este tomo por fin vemos la eclosión de un par de personajes que hasta ahora no habían podido desplegar sus kagune. Me gusta mucho la manera en que se desarrolla la acción en las peleas, con planos, situaciones y trazos muy claros y detallados que de pronto se vuelven caóticos para mostrar lo más crudo de la lucha. Un gran trabajo de Ishida en ese aspecto, sumado a lo bien que sabe llevar el manejo de dos peleas a la vez en el mismo tomo pero en diferentes lugares, sabiendo manejar muy bien el tempo que ha de tener cada una, cuando hacer el cambio entre una y otra, repartir el peso de la carga argumental en los diferentes "picos" de la lucha... Se hacen momentos muy amenos, satisfactorios y completos, tanto a nivel de acción como a nivel argumental, consiguiendo no caer en el error de "shōnizar" el manga.
Hablando ahora del dibujo, como ya digo, la labor de Ishida está siendo muy buena. Uno de los mayores aciertos es la manera que tiene de plasmar los cambios psicológicos del personaje a través de expresiones o movimientos corporales. Esto se está notando mucho (cada vez más) en Kaneki, que tiene algunas viñetas especialmente espectaculares en este tomo 3 con una expresión facial totalmente alejada de su versión dulce e inocente habitual, para dejar paso a su "lado oscuro", con una cara de maníaco y unos movimientos inquietantes. Esto se consigue no solo gracias a la precisión a la hora de reflejar estados en la expresión, sino también con un gran trabajo de proporciones, la ausencia total de estaticidad y la genial construcción de planos. Juntando estos tres elementos tenemos personajes muy dinámicos, tanto en movimientos como en puesta en escena, reflejando las variaciones psicológicas que tienen los personajes (y que no son pocas) en el plano físico. Las peleas, como ya he dicho, están realizadas de manera genial, con un trazo adecuado a cada momento de la lucha y sabiendo explotar la capacidad de generar "terror" de las máscaras de ghoul, en este caso la de Kaneki, con una gran escena en la que el chico es capaz de hacer recular a un gran luchador como Amon.
El único fallo que veo en el dibujo es el diseño y uso de los kagune, las armas de los ghouls. Pese a que el diseño es bastante espectacular, a la hora de la verdad no me queda muy clara la función de cada uno, o al menos no veo que aporten una ventaja significativa en la lucha, ya que tal y donde los ha diseñado el autor (al menos los de Kaneki e Hinami) observo que tienen poco rango de acción y, por tanto, menos efectividad. Todo lo contrario me ocurre con los quinqe, las armas de las "palomas", que tienen una función definida y están diseñados de tal manera que suponen una ventaja comparativa a los kagune, tanto por su rango como por motivos más "sentimentales", como se ha descubierto en este tomo (amplio esto en la parte de spoilers).
Pasamos a hablar de la edición de Norma, una vez más impecable, y con el añadido de ese dvd con el primer capítulo del anime que comenté al principio y del que hablaré brevemente ahora. Antes de eso tengo que recordaros que, a partir de este tomo 3, la periodicidad de Tokyo Ghoul ha cambiado de bimestral a mensual, así que vamos a tener ración de Kaneki y compañía cada mes (a finales de julio ya tendremos el cuarto). Como decía la edición, rústica con sobrecubierta con páginas en blanco y negro, es genial, Es un manga que viste mucho gracias a un diseño de portadas muy acertado, con un lomo muy elegante con ese blanco, aparte del genial cofre en el que guardar los tomos. La maquetación nuevamente destaca y mejora lo visto en los anteriores tomos, con el único pero de algunos márgenes excesivamente apurados que obligan a abrir el tomo algo más de lo habitual en alguna página doble. La traducción de Marc Bernabé es correcta y precisa en este caso, con una buena localización y sin caer en coloquialismos como ocurre en otras ocasiones.
En cuanto al anime, y brevemente como digo pues esta es la reseña del manga, el primer capítulo es muy fiel a los primeros pasos de tomo 1. La animación está bastante bien, aunque no me ha terminado de convencer el uso de esos fondos tridimensionales con los personajes animados al modo tradicional, pues hay ocasiones que me da la sensación de que están "pegados" en la pantalla, que no casan con el realismo del fondo. El tono y la paleta de colores elegida es acertada y el diseño de los personajes se pliega a los originales. En cuanto al doblaje (el dvd viene "capado" solo con la versión española de las voces) he quedado bastante satisfecho. El trabajo es profesional, con algunas voces que os sonaran de otros animes y que, en general, encajan a la perfección con el ambiente y lo que se narra. Me han chirriado un par de voces, eso sí. Por un lado la de Rize, que esperaba más aniñada, ya que la que le han puesto le hace parecer mayor de lo que es. Además he apreciado ciertos fallos a la hora de sincronizarla, aunque mínimos. Y por otro lado, la otra voz que me ha convencido poco es la de Hide, el amigo de Kaneki, que aunque entiendo que deba ser jovial y alegre como el carácter del chico, creo que ha quedado demasiado histriónica, muy aguda y divertida, casi de comedia, y choca un poco con el ambiente general del capítulo. Pese a ello, un gran trabajo en el doblaje, satisfactorio y, sobre todo, profesional y correcto, muy fiel al original.
Y ahora, antes de la opinión final, vamos a la opinión con spoilers (clickando en el cuadradito a continuación):
Este tercer tomo ha tenido muchos momentos de acción, pero pese a ello ha habido desarrollo de trama y personajes y se han sentado algunas bases para la futura evolución de ambas cosas. Ahora mismo hay suficientes frentes abiertos como para esperar con ansías que llegue pronto el final de este mes para poder leer el cuarto tomo. La historia, los personajes, la ambientación y la manera que tiene Ishida de diseñar, dibujar y plasmar situaciones y acciones son lo mejor de un manga que, tomo a tomo, va ganando cada vez más calidad. El mes que viene podremos leer más acerca de Kaneki y ver si, de una vez por todas, acaba dejándose llevar por sus instintos.
R.Betta
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