Como cada mes este julio también trae consigo nuestra cita habitual con la música y el sentimiento que siempre lleva en sus páginas Your Lie in April. Poco más se puede decir para presentar el cuarto tomo de este manga, un volúmen en el que el protagonismo recae en los secundarios proporcionando un soplo de aire fresco a la trama, que comenzaba a girar demasiado en torno a los dos protagonistas. En este número tenemos un poco de todo, mucho pasado que vuelve para aclararnos cosas y algún que otro detalle que sin duda va a condicionar el futuro de la trama. En definitiva, un tomo interesante por los cambios que se dan en la narrativa y que deja la historia en un punto en el que se necesita saber qué más puede ocurrir.
Una vez terminada la actuación de Takeshi Aiza en el anterior tomo, ya se avanzaba en la anterior reseña que Emi iba a ser la gran protagonista de este cuarto volúmen y así ha sido. Como digo es un tomo interesante ya que la mayor parte del peso narrativo, tanto en presente como en pasado, recae en la figura de Emi y su entorno, lo cual hace que se relaje algo la "saturación" que podía tener el lector de hacer girar la trama demasiado en torno al dúo Kaori/Kôsei (y en algo de menor medida Tsubaki). El tomo 3 ya daba pistas de que esto podía ocurrir, con una parte final monopolizada por la actuación de un gran Takeshi, pero en este cuarto el protagonismo de Emi durante 3/4 partes de las 200 páginas que componen este número es total.
De nuevo la intensidad dramática en este número se relaja en relación a los dos primeros tomos, pero es mucho más sentimental que el tercero. Mucha culpa de ello tiene la manera de narrar de Arakawa, intercalando los momentos de máxima tensión y sentimiento musical con flashbacks en los que nos enseña cómo y porqué han llegado los participantes del concurso musical de piano al momento en el que se encuentran. Es decir, porqué Takeshi y Emi están ahí y son como son y, en la parte final, porqué Kôsei tiene una manera de tocar tan peculiar y un enorme trauma tras la muerte de su madre. Los últimos capítulos son muy emotivos e importantes para el argumento y la evolución y psique de los personajes, sobre todo de Kôsei, ya que se nos desvelan algunos detalles importantes de la relación con su madre que han hecho que el chico sea como es ahora.
Pero lo mejor, como dije antes, está en la figura de Emi y toda su historia. El esquema seguido en este tomo es aun menos estático que en el anterior, con muchísimos saltos durante la actuación, tanto hacia el pasado como para ver qué están haciendo los amigos de Kôsei, Takeshi o incluso los profesores de los chicos. Todo ello hace que la actuación de Emi se refuerce, que sea mucho más amena y que podamos apreciar bien el sentimiento que pone a sus notas, ya que su manera de tocar o incluso de elegir sus canciones está muy ligada, como nos cuentan, a su pasado. Todo esto narrado por Arakawa de una manera muy natural, sin caer en el dramatismo barato y acertando de nuevo a la hora de reflejar las emociones humanas.
Relacionado con eso de las emociones, creo que Arakawa en este tomo acierta de pleno a la hora de interpretar el tema de tener un ídolo, alguien a quien admiras y quieres superar o alcanzar y que de repente, por avatares de la vida, falla y deja de ser cómo era. Está muy bien representado tanto a nivel argumental como en la manera de tocar de Emi y Takeshi ese sentimiento de pérdida, esa rabia por ver como ellos se han estado esforzando para superar una meta que creían inalcanzable y que, sin embargo, ahora no es casi nada de lo que fue. Hay momentos realmente brillantes relacionados con esto y que dan una cohesión genial a la historia.
En cuanto al dibujo, en este tomo se ha mejorado de nuevo mi impresión sobre el trazo de Arakawa. Nunca dije que fuese un mal dibujo o que no me gustase, pero veía al dibujo del anime un punto por encima. En este cuarto tomo la calidad parece aumentar, con algunos momentos de bajón (algún primer plano desproporcionado de Emi), pero en general con un nivel muy superior a lo que había visto en los tres anteriores. De hecho, y gracias a la enorme fidelidad que guarda el anime con el manga, se pueden encontrar varias escenas clavadas entre las dos obras en las que en esta ocasión es el dibujo de Arakawa el que se lleva el gato al agua. Por ejemplo, las partes de flashbacks en las que salen las versiones de los personajes cuando eran niños las encuentro mucho mejor conseguidas en el manga, mientras que en los momentos del "presente" el anime me suele parecer mejor dibujado.
No obstante el dibujo brilla con luz propia en este tomo, de nuevo sobre todo gracias al gran empleo del lenguaje corporal y al gusto por el detalle que tiene Arakawa. Me parece un estilo genial para este tipo de obra, que necesita mucho de saber decir cosas sin palabras para transmitir lo que la música lleva consigo. Además, el trabajo de iluminación y sombreado me parece realmente genial, sobre todo en los momentos de actuación. Este tomo tiene algunas escenas y primeros planos para el recuerdo, sobre todo uno en particular de Kôsei de niño en la parte final. El único pero que poco en esta ocasión, y que en realidad es algo más argumental que relacionado con el dibujo, es que veo el diseño de los personajes en el pasado demasiado infantil como para tener los 11 años que se supone que tienen en ese momento (en el presente tienen 14 años y las escenas del último concierto de Kôsei con su madre viva son 3 años antes). Es algo que siempre me ha chirriado, aunque totalmente perdonable.
La edición de Milky Way está a la altura como de costumbre. El tomo es de formato rústica con sobrecubierta, de 11,5x17 y con 200 páginas (las de inicio a color, como de costumbre), a un precio de 8€ y con regalo de marcapáginas con el pedido online. La portada es una de las que más me ha gustado por el momento, sobre todo gracias a su composición, aunque el color sea demasiado sobrio en comparación con el resto. La maquetación es como siempre una delicia y la traducción de Salomón Doncel perfecta como de costumbre, con una localización precisa que encaja a la perfección con el tono de la obra en cada momento.
Y ahora, antes de la opinión final, vamos a la opinión con spoilers (clickando en el cuadradito a continuación):
Este cuarto tomo de Your Lie in April ha sido uno de los mejores de lo que llevamos de serie. La decisión de que el peso protagonista recaiga en la mayor parte del tiempo sobre los secundarios ha sido un acierto total, ya que ha conseguido darles un mayor empaque que en los pocos minutos que disfrutan del mismo en el anime. Todo ello para luego darle mucha mayor fuerza a la parte de Kôsei, que en este número tiene varios de los momentos más míticos que protagoniza en el manga, sobre todo en ese pasado oscuro con su madre y su actuación, con una tensión y una emotividad que pone los pelos de punta. En definitiva, un gran tomo que engrandece aun más una historia que nos está encantando. Lo único malo es que según vamos leyendo nuevos tomos se acerca cada vez más el inevitable final.
R.Betta
¡Hola! :)
ResponderEliminarTe he nominado para el Liebster Award de este mes! :) Aquí te dejo el enlace: http://dreaminginwonderland30.blogspot.com.es/2015/08/nominacion-liebster-award.html
Un beso ^^